En 2023, la ONU hizo un llamamiento a «eliminar la promoción del consumo excesivo» para combatir el greenwashing en los productos, destacando la necesidad de «eliminar todos los mensajes que promueven falsamente la sostenibilidad». Este fue uno de los puntos clave presentados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el Sustainable Fashion Communication Playbook, un documento que proporciona una visión compartida, principios y directrices sobre cómo alinear la comunicación al consumidor en la industria mundial de la moda con los objetivos de sostenibilidad.
Esta guía se creó para ayudar a empresas y productores a comunicar sus esfuerzos y compromisos de sostenibilidad de forma directa y real, en un momento en el que las personas consumidoras están cada vez más preocupados por el impacto medioambiental y social de la industria de fabricación.
Por su parte, la ONU ha enumerado varios principios que las empresas deberían seguir para evitar caer en falsas afirmaciones o medias verdades sobre la sostenibilidad, entre ellos la transparencia y la veracidad, la responsabilidad social y la concienciación, y la colaboración para el cambio cultural.
En VETtingGreen abogamos por la educación y concienciación de consumidores/as sobre la importancia de estas prácticas. Informar al público sobre las verdaderas acciones sostenibles de las empresas y promover una cultura de consumo responsable es crucial para combatir el greenwashing. Sólo a través de la colaboración y la transparencia podremos avanzar hacia un futuro más justo y sostenible para todos.
Más allá de este problema, hay que tener en cuenta que la cadena de producción no sólo se enfrenta a problemas de desinformación en cuestiones como la ecología y el medio ambiente, sino que también contiene en su estructura acciones que violan los derechos humanos por muchos otros motivos.
Muchas empresas e industrias con cadenas de suministro de gran complejidad sufren a menudo interrupciones en su producción que pueden ser sancionadas tras una investigación o externalizan la producción a países con normativas laborales laxas para evitar multas. Entre las situaciones a las que pueden enfrentarse los/las particulares en relación con estos problemas se encuentran:
- Salarios inadecuados: se paga muy por debajo de un salario digno, lo que obliga a trabajar más horas o a tener más de un empleo. Por ejemplo, según la Clean Clothes Campaign en 2023, muchas personas trabajadoras ganan menos del salario digno necesario para mantener un nivel de vida decente, lo que perpetúa un círculo de pobreza.
- Condiciones inseguras: la falta de medidas de seguridad adecuadas conllevan graves riesgos para su salud y seguridad. Como informó The Guardian, trabajadores/as de las empresas de empaquetado destacaron graves problemas de salud y seguridad, como las elevadas cifras de accidentes y las pausas insuficientes.
- Trabajo forzoso y trabajo infantil: El trabajo infantil sigue siendo frecuente en algunas industrias, con niños/as que trabajan en condiciones peligrosas y perjudiciales para su desarrollo. La Bureau of International Labor Affairs (ILAB) mantiene una lista de ‘Bienes Producidos por el Trabajo Infantil o el Trabajo Forzoso’ que compete 159 bienes de 78 países y áreas, a 28 de septiembre de 2022.
- Impacto negativo en las comunidades locales: La producción puede desplazar a las comunidades, contaminar el agua y el suelo y destruir los medios de subsistencia. El informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) examina cómo la producción industrial puede afectar negativamente a las comunidades locales a través de la contaminación y el desplazamiento: «El cambio en el uso del suelo, la contaminación, la mala calidad del agua, la contaminación química y por residuos, el cambio climático y otras causas de degradación de los ecosistemas contribuyen a la pérdida de biodiversidad y pueden suponer amenazas considerables para la salud humana.
- Publicidad y transparencia engañosas: uso de etiquetas y certificaciones ‘eco’ que no están respaldadas por prácticas de sostenibilidad reales.
Por tanto, este problema no se limita a la desinformación, sino que abarca graves cuestiones de violación de los derechos humanos. Estas prácticas ponen de manifiesto la necesidad de un cambio profundo en el funcionamiento de las empresas y refuerzan la idea de una comunicación veraz en todas las prácticas, sean sostenibles o no.
En nuestro compromiso como altavoz contra el greenwashing, destacamos la importancia crucial de colaborar para el cambio. Trabajar como un grupo internacional que abogue por los derechos humanos no sólo aumenta la transparencia y credibilidad de la propuesta, sino que también garantiza nuestra contribución global a unas prácticas laborales, medioambientales y sociales justas.
¿Quieres saber más sobre esto y cómo puedes unirte al cambio? Aquí tienes algunas fuentes: